Fueron José Calderón y su hijo, los primeros en disfrutar de la acogida que se comienza a brindar en nuestro pueblo, en ese momento a nivel particular (aunque con apoyo del Exmo. Ayuntamiento), seguidos de Ferdinand Soler, peregrino francés, y a quienes hoy hacemos un pequeño homenaje con estas letras dada la importancia que este hecho tuvo de cara a la acogida que hoy día podemos ofrecer a los peregrinos que pasan por Villanueva de Bogas.